En vapeadores, el Estado debe hacer prevalecer el interés superior de jóvenes y adolescentes sobre el mercado: Huerta

Al presentar su voto favorable al dictamen que prohíbe los vapeadores, el senador Manuel Huerta expresó que dicha restricción protege la salud pública de la población, en particular la de un sector vulnerable como lo es el de los jóvenes y adolescentes.

El Estado, aseveró, tiene la obligación de preservar el derecho a la salud, “por encima de los intereses de las grandes empresas, quienes operan con campañas engañosas que minimizan los riesgos asociados al vapeo”.

Los vapeadores, expresó, representan un “problema de salud pública que, de forma asociada, impide la eficiencia de cualquier estrategia de prevención de adicciones”.

En este sentido, dijo, el uso de vapeadores se promueve, a través de campañas de marketing, como una alternativa menos dañina que el tabaco, pero estas se presentan sin sustento científico.

“Estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicaciones académicas muestran que estos dispositivos perpetúan la dependencia a la nicotina, con riesgos graves para la salud respiratoria y cardiovascular. Además, su atractivo diseño y variedad de sabores están dirigidos principalmente a jóvenes, sector que debe ser protegido de estas estrategias agresivas de mercado”, sostuvo en su posicionamiento.

También dijo que es falso que se coarte la libertad de elección con la prohibición de vapeadores, así como también criticó que se infantilice el tema al prohibirse dichos dispositivos, como dice la oposición. “En el fondo, lo que se trata es proteger a un sector tan vulnerable como lo son adolescentes y jóvenes, así como al resto de la población”, refiere textualmente el documento que fue remitido al Diario de los Debates.

“Desenmascaremos el discurso de la supuesta libertad de elección, que es un discurso inoculado desde los intereses del mercado en función de intereses económicos que, a golpe de campañas mediáticas, nos ha hecho creer que tenemos la libertad de elegir y cuando nuestra salud se quiebre es el Estado quien debe garantizar la atención o los privados. Es una trampa que un gobierno humanista no se puede permitir”, sostuvo por último el senador veracruzano.